Nació en Santiago el día 20 de Julio de 1952, nos dejó al igual que miles de víctimas de esta cruel e irracional pandemia la mañana del 25 de Marzo de 2021, fue la mayor de ocho hermanos. Se caso un mes de Febrero con Manuel Capdevila, dicha unión dejo dos hijos, Monserrat y Rodrigo, el cual le dio tres nietos.
Sus restos fueron llevados en una rápida carrera (como se usa para estos casos) hasta el Cementerio General de Santiago, lugar donde llego a su descanso eterno en compañía de su esposo, sus hijos y nietos. Ahí la esperaban sus hermanos y cuñados . En esta hermosa pero reducida ceremonia su hijo Rodrigo nos sorprendió con una bellas palabras, las cuales quisiera compartir dado que son fiel testimonio de cómo fue nuestra querida Isabel Margarita.

“El día 25 de marzo, mi Madre emprendió su ultimo viaje, una mujer buena, sencilla, honesta, incansable y alegre. Para comenzar quiero agradecer a todos los presentes que vinieron a despedir a mi madre Isabel Margarita, no sé si se lo dije alguna vez, pero me encantaba su nombre, decirlo en voz alta. Sé que todos sentimos un gran amor por ella y la recordaremos siempre.

A pesar de que mi madre tuvo una niñez dura y sacrificada, logró salir adelante, estudiar y formar una familia junto a mi padre, convirtiéndose en una buena madre y una mejor abuela. Logró a su manera transmitirnos amor y afecto, a ser valiente en los momentos más difíciles y ser fuerte para tomar decisiones.

En este punto, quiero aprovechar de agradecer a mi padre Manuel el habernos entregado junto a mi madre, valores, educarnos y enseñarnos a ser personas correctas y consideradas para con los demás, enseñanzas que sin duda he intentado transmitir a mis hijos. También agradecer a mi hermana Monserrat el temple que ha tenido en estos días y el haber llevado la familia como hermana mayor asumiendo con entereza y dedicación la atención que han requerido mis padres… y además decirle que me alegro mucho que nos hayamos abuenado antes de la partida de mi madre, sé que ella estaba feliz con eso.

Tengo la certeza que mi madre disfruto de nuestra niñez, luego de nuestros logros y en esta última etapa disfruto de sobremanera a sus nietos, con el paso del tiempo, mi madre se transformó cada vez más en una abuela cariñosa y relajada, soltando la dureza que requirió en su juventud, obteniendo esa virtud de la sabiduría que nos otorgan las experiencias en los años vividos.

También quiero agradecer a mis tíos y sus familias, por la ayuda y el amor entregado a nuestra familia, sé que en estos últimos años ustedes se han unido cada vez más y eso fue importante para ella.

Finalmente quiero agradecer a mi esposa Carmencita por acompañarme en este momento tan difícil, quiero agradecernos a ambos, el apoyarnos en nuestros proyectos y en la vida misma.

Mis últimas palabras son para mis hijos, Josefina, Matilda y Nicanor, quiero decirles primero que los quiero mucho, que son lo más importante para mí… Sé que todo esto es fuerte para ustedes, pero sepan y tengan claro, que la abuelita los amaba mucho y que está finalmente descansando, ahora se siente muy feliz y está flotando sobre las nubes, mirándolos desde arriba como ustedes juegan y son felices.”